Al momento del envasado de alimentos, los envases de metal son una excelente opción, ya que además de cumplir con todas las condiciones higiénicas y sanitarias necesarias para este propósito, permiten una mejor conservación de los productos.
Aunque el uso de envases metálicos es muy popular en el packaging de perfumes, también lo es en otras industrias, en las que gracias a los beneficios que aportan, cada vez ganan más relevancia. En caso de que todavía no te convenzas, aquí te diremos por qué debes elegir envases de metal para tus productos de alimentación.
Son seguros e higiénicos
Cuando se trata del envasado de alimentos, una de las opciones más seguras e inocuas son los envases de metal, pues, este material permite crear una barrera protectora impenetrable, que impide el ingreso de oxígeno, gases y otros vapores que puedan dañar y contaminar los productos de alimentación que contienen.
Ofrecen óptima conservación
Aparte de mantener los alimentos que contienen seguros y en las mejores condiciones posibles, los envases de metal ofrecen una óptima conservación durante mucho más tiempo, esto se debe a que este tipo de packaging permite que los productos mantengan tanto sus propiedades nutricionales cómo organolépticas.
Es por tales razones que los envases metálicos son los más idóneos para almacenar alimentos destinados a guerras, contingencias y crisis humanitarias.
Son altamente resistentes
A diferencia de los envases de plástico o de cartón, los envases metálicos presentan una resistencia superior, esto los hace muy buenos tanto al momento de ser transportados cómo al momento de ser almacenados, ya que pueden soportar golpes e impactos, así como también cambios de temperatura y de luz.
Minimizan el desperdicio de alimentos
Al ofrecer condiciones que favorecen la conservación y que alargan la vida útil del producto de alimentación que contienen, y al ser mucho más resistentes, los envases de metal reducen de manera significativa el desperdicio de alimentos.
Son versátiles
Los envases metálicos se diseñan y fabrican en función del producto que van a almacenar, es por esto que se trata de un tipo de envase muy versátil, apto para contener desde frutos secos, frutas y verduras, hasta carnes, aceites, alimentos preparados, alimentos instantáneos, conservas, mermeladas y muchos otros.
Se pueden reciclar
En su mayoría, los envases metálicos para alimentos están fabricados de hojalata, una material que puede tanto reciclarse cómo reutilizarse, contribuyendo de ese modo a reducir la contaminación ambiental y minimizando la huella de carbono.